El trabajo del arqueólogo más allá de la excavación
En esta entrada, y mientras seguimos con el día a día, os vamos a contar lo que hace el equipo por las tardes. Y es que el trabajo del arqueólogo sigue más allá de la excavación.
El trabajo de Flotación
Entre los trabajos que hacemos fuera de la excavación está la flotación. Este momento es muy importante desde el punto de vista de la investigación, ya que nos permite obtener información más allá de las evidencias arquitectónicas o los fragmentos de cerámica y otros perceptibles en el momento de la excavación. Y es que la flotación o criba, de la que ya anunciábamos algo en post anteriores, nos permite sacar partículas casi imperceptibles por el ojo del arqueólogo.

Con el sistema de flotación que nuestra compañera explica en el siguiente vídeo, pasamos a separar los carbones, semillas, pequeños huesos, e incluso algunos fragmentos de táselas o cerámica que se nos pasa.
Vídeo del proceso de Flotación en V Campaña Arqueológica de Salar en Granada
Aquí os dejamos un vídeo descriptivo del proceso explicado por los técnicos que lo realizan en la Villa Romana de Salar.
El proceso de flotación es un proceso de cribado de tierra en el que a través de la máquina que vemos en las imágenes se va pasando la tierra través de diferentes mallas con diferentes grosores, de esta manera se separan carbones que flotan, se separan huesos pequeños, etc.
Triado y tratamiento de la cerámica en la Villa Romana de Salar
Pero no sólo el proceso de flotación es lo que se hace en la excavación arqueológica, de hecho este proceso se lleva a cabo en el propio asentamiento. Sin embargo, el trabajo del equipo no acaba con la salida de la excavación sino que, en la tarde, se procede a adelantar mucho trabajo con actuaciones como el siglado y lavado de cerámica. Y lo que se conoce como triación, un tratamiento que se aplica una vez flotado y lavado el sedimento para separar los elementos más pequeños.

Como hemos visto en el vídeo cada vez que se flota una cantidad de tierra, se documenta y del levado de esos sedimentos se deja una serie de restos para después ser analizados en el laboratorio.
Pues bien, este análisis comienza con el triado. En este proceso se realiza la separación, como vemos en la imagen, de pequeños elementos de la tierra, es un paso más, se sacan pequeñas conchas, huesos, etc. y todo perfectamente documentado, de manera que en todo momento sabemos de dónde se ha obtenido cualquier elemento.

Hacer esto nos va a ayudar mucho en la creación de posteriores mapas de situación de depósitos, también nos ayudan a saber qué elementos son Del Río y estaban en el asentamiento después de la riada, o qué elementos se corresponden con la dieta o la flora y fauna del entorno De la Villa.

Después las bolsas llegarán al laboratorio, donde otros especialistas en fauna, flora, biólogos, etc se encargarán de decirnos qué son cada uno de los elementos, dotaciones y un largo etcétera de información.
Pero lo mismo hacemos con la cerámica.
La cerámica que se va encontrando en el proceso de excavación, en el momento de retirarla la colocamos en bolsas, ya habéis visto algunas.
Pero no nos quedamos ahí. Posteriormente estas bolsas se siguen trabajando, con el lavado y siglado de la cerámica.
Una vez terminado el día en el yacimiento, el arqueólogo sigue trabajando, en este caso y por lo atípico de esta excavación confinada, nos reuníamos en nuestra casita de salar a lavar la cerámica, y posteriormente a siglarla, es decir, a ponerle la identificación necesaria a los elementos para tenerlos ubicados en todo momento, con este proceso de siglado, lo que hacemos es renombre las bolsas y las piezas para que sepamos en todo momento el sondeo donde han sido descubiertas y el momento de la excavación y su sector.

El orden, la documentación y el análisis son clave para el éxito de la excavación.

Ahora que se acerca el final, como veis no todo es sol y tierra, nuestro trabajo es mucho más, llegamos trabajar una gran cantidad de horas, porque cada paso hace que queramos saber más sobre la excavación, quién vivió, qué comió, qué hizo, y aunque cada día estamos más cerca de saberlo todo, siempre la investigación nos lleva a nuevas incógnitas y nuevos descubrimientos.
Lo mejor de una excavación o de la arqueología es que, aunque los restos han estado mucho tiempo inmóviles esperándonos, la realidad es que la excavación está viva, es un proceso de Arqueología Viva que nos acerca a la interpretación histórica y del que nos sentimos orgullosos en este diario.
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